Un biofertilizante foliar es un tipo de fertilizante que se aplica directamente a las hojas de las plantas en forma líquida o en pulverización. A diferencia de los fertilizantes convencionales que se aplican al suelo para que las raíces de las plantas los absorban, los biofertilizantes foliares se rocían sobre las hojas y se absorben a través de la epidermis de las mismas. Estos productos suelen contener nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, como nitrógeno, fósforo, potasio y micronutrientes, pero también pueden incluir microorganismos beneficiosos, como bacterias o hongos que promueven la salud de las plantas y mejoran su absorción de nutrientes.

Los bioplaguicidas son productos utilizados para el control de plagas y enfermedades de las plantas que están formulados a partir de organismos vivos o sus productos metabólicos. A diferencia de los pesticidas químicos convencionales, que a menudo contienen sustancias químicas sintéticas, los bioplaguicidas utilizan organismos vivos o compuestos naturales para controlar las plagas y enfermedades de manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Estos productos pueden ser beneficiosos porque son menos tóxicos para los seres humanos, otros organismos no objetivo y el medio ambiente en comparación con los pesticidas químicos.

Un complejante biológico, también conocido como agente quelante biológico, es una sustancia producida por organismos vivos, como microorganismos, plantas o animales, que tiene la capacidad de formar complejos químicos con metales o minerales, lo que puede tener aplicaciones beneficiosas en la agricultura. Estos complejos químicos pueden influir en la disponibilidad y movilidad de nutrientes en el suelo, lo que a su vez puede mejorar la absorción de nutrientes por parte de las plantas. Los complejantes biológicos se utilizan para mejorar la eficiencia de la fertilización y promover un mejor crecimiento de los cultivos.

Los correctores de carencia, también conocidos como correctores de deficiencia o fertilizantes correctivos, son productos utilizados en agricultura para corregir deficiencias de nutrientes específicos en el suelo o en las plantas. Estos productos están diseñados para proporcionar los nutrientes que faltan o están en cantidades insuficientes en el suelo o en los tejidos de las plantas. Las carencias de nutrientes son comunes en la agricultura y pueden afectar negativamente el crecimiento y el desarrollo de las plantas, disminuyendo el rendimiento de los cultivos.

Un fitorregulador, es una sustancia química o biológica que se utiliza para influir en el crecimiento y desarrollo de las plantas de manera controlada y específica. Estos productos se emplean para regular diversos procesos fisiológicos de las plantas, como el crecimiento, la floración, la maduración de frutos y otros aspectos relacionados con la producción de cultivos. Los fitorreguladores son herramientas útiles para los agricultores, ya que permiten optimizar el rendimiento de los cultivos y mejorar la calidad de los productos agrícolas.

Un bioestimulante es un producto o sustancia que se utiliza en la agricultura y la horticultura para estimular el crecimiento y desarrollo de las plantas, así como para mejorar su tolerancia al estrés biótico (plagas y enfermedades) y abiótico (condiciones ambientales adversas como sequías o temperaturas extremas). Estos productos están diseñados para promover una serie de respuestas beneficiosas en las plantas, como un aumento en la absorción de nutrientes, la síntesis de compuestos de defensa y la mejora de la calidad y el rendimiento de los cultivos.
Los bioestimulantes no son fertilizantes en sí mismos, ya que no proporcionan nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo o potasio. En cambio, actúan como coadyuvantes que mejoran la capacidad de las plantas para aprovechar los nutrientes disponibles en el suelo y para enfrentar condiciones adversas.

Los inductores de defensa, en el contexto de la agricultura y la protección de cultivos, son sustancias o compuestos que se utilizan para estimular o inducir respuestas de defensa en las plantas contra patógenos (como bacterias, hongos, virus) y plagas. Estos productos están diseñados para fortalecer el sistema inmunológico de las plantas y aumentar su resistencia a las enfermedades y las agresiones bióticas.
Los inductores de defensa se utilizan como parte de estrategias de manejo integrado de plagas y enfermedades para reducir la necesidad de pesticidas químicos. Al fortalecer las defensas naturales de las plantas, se puede mejorar la protección de los cultivos de manera más sostenible y reducir la presión sobre el medio ambiente. Estos productos pueden ser de origen biológico, como extractos de plantas, bacterias beneficiosas u hongos, o de origen sintético.